miércoles, 9 de agosto de 2017

Qué es la huella de carbono y cómo podemos reducirla

Huella de carbono

El mayor residuo de nuestra civilización es el principal gas regulador del clima: el dióxido de carbono (CO2). Este residuo proviene principalmente de quemar combustibles fósiles para obtener energía. Las plantas, por medio de la fotosíntesis transforman el CO2 y el agua en materia orgánica, pero su actividad no es suficiente para transformar todo el exceso CO2 que generamos y su concentración en la atmósfera, desde la revolución industrial ha aumentado de 280 a 400 partes por millón.

La temperatura de la Tierra está en un equilibrio regulado por los gases de efecto invernadero (vapor de agua, el dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno y otros en menor medida). Este efecto es un fino balance entre la radiación entrante y saliente de la Tierra.

Un pequeño efecto invernadero es algo bueno, al menos para quienes actualmente habitamos este planeta. Pero un gran efecto invernadero desestabilizaría el clima destruyendo el medio en el que vivimos. La mala noticia es que quemando combustibles fósiles nuestra civilización está emitiendo mas CO2 que el que la vegetación puede absorber, y con el aumento de CO2 en la atmósfera el planeta se está calentando.

La huella de carbono es una forma sencilla de medir el impacto ambiental que deja una persona, una empresa o una organización sobre el planeta. Es el recuento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), que son liberadas a la atmósfera con las actividades cotidianas. Abarca todo el ciclo de vida de aquello que consumimos desde la obtención de la materia prima hasta la gestión de sus residuos.

Todos podemos contribuir reduciendo nuestra huella de carbono.

Revisa tus hábitos alimentarios
Revisa tus hábitos alimentarios Lo que es saludable para el planeta, generalmente también lo es para nosotros.
En muchos casos los alimentos que consumimos, ya sea por su lugar de fabricación o por el origen de sus materias primas, tienen un impacto en varias partes del mundo, siendo responsables de aproximadamente el 30% de nuestras emisiones de CO2. Los procesos de explotación, producción y distribución a gran escala destruyen ecosistemas y contribuyen al cambio climático.
Si quieres reducir tu impacto en el medio ambiente y mejorar tu salud, puedes analizar en que forma contribuir a través de tu dieta.
Ejerce tu poder en la compra
Ejerce tu poder en la compra Todo lo que compramos tiene una huella y lo ideal es elegir productos de origen sostenible.
Compra alimentos de temporada obtenidos de manera responsable, busca productos a granel o con un mínimo envase para reducir los residuos y siempre que puedas consume productos de segunda mano ya que una gran parte de la huella de un producto, generalmente proviene de su fabricación.
Aplica siempre que puedas el criterio de proximidad teniendo en cuenta el coste ecológico del transporte.


Compra productos de estación
Compra productos de estación Busca productos de temporada. Preferentemente producidos localmente, y mejor aún si provienen de comercio justo o directamente de pequeños productores.
Los alimentos de temporada son más sabrosos y más baratos. Y también en estos casos es más probable que la fruta y la verdura haya sido cultivada de manera no intensiva.


Apoya las energías limpias
Apoya las energías limpias Contrata comercializadoras de energías renovables, y si es posible instala en tu casa paneles solares ya sea para la generación de electricidad o de agua caliente sanitaria.
Cuando compres electrodomésticos, echa un vistazo a la etiqueta de eficiencia energética para asegurarte de que sean lo más eficientes posible.
Seamos parte del cambio de modelo energético a través de nuestra demanda.


Consume más alimentos de origen vegetal
Consume más alimentos de origen vegetal Es una de las maneras más fáciles de reducir tu huella. Al incorporar más frutas y verduras en nuestra alimentación estaremos creando un hábito mas saludable tanto para nosotros como para el planeta.


Viaja de manera inteligente
Viaja de manera inteligente Siempre que puedas desplázate a pie o en bici. Y si no, utiliza el transporte público o bien comparte coche.
Si vas a conducir, hazlo de manera eficiente con una conducción suave.
Alrededor del 25% de las emisiones totales que origina un coche se producen en su fabricación, y el otro 75% al conducirlo, de modo que comprando un coche de segunda mano en lugar de uno nuevo, reduciremos emisiones. Haz lo posible para conducir coches de bajas emisiones, híbridos o en el mejor de los casos eléctricos.
Y no descuides detalles para reducir el consumo como por ejemplo tener la presión correcta en los neumáticos.


Reduce, reutiliza y recicla
Reduce, reutiliza y recicla Compra lo que realmente necesites, aprovéchalo al máximo y piensa dónde va cuando termine su ciclo de vida útil.
Los alimentos desperdiciados representan varios millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera. Todo lo que podamos hacer para evitar generar residuos ayudará a reducir la huella.
Recicla todo lo que puedas: alimentos, embalajes, teléfonos móviles, ropa...


Reduce el consumo de energía
Reduce el consumo de energía El kilovatio más verde es aquél que no se consume. La energía que utilizamos en nuestros hogares representa más de una cuarta parte de las emisiones de dióxido de carbono en España. Haciendo nuestras casas energéticamente mas eficientes reduciremos nuestra huella de carbono.
En nuestro artículo ¿Cómo reducir la factura del gas y de la luz? damos varias sugerencias y consejos para reducir el consumo de energía en nuestros hogares.


Reduce el consumo de carne
Reduce el consumo de carne Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación, la ganadería es la principal fuente antropogénica del uso de la tierra. El 26% de la superficie terrestre se dedica a la producción de pasto y el 33% de la superficie agrícola a la producción de grano para piensos. Por ello, el avance de la ganadería ha supuesto la deforestación de grandes extensiones de bosques.
La ganadería es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero medidas en equivalentes de CO2. Es responsable del 9% de las emisiones de CO2 (principalmente por deforestación), el 37% de las emisiones de metano, CH4, (principalmente por la digestión de los rumiantes) y el 65% del óxido nitroso (por el estiércol). Representa además dos tercios de las emisiones antropogénicas de amoníaco, gas que tiene un papel relevante en la lluvia ácida.
La ganadería utiliza el 8% del agua mundial, un elemento cada vez más escaso. Se estima que para producir 1 kg de carne de vacuno intensivo son necesarios 20.000 litros de agua. La ganadería intensiva es, además, la mayor fuente de contaminación del agua, contribuyendo a la eutrofización (aumento de la biomasa y empobrecimiento de la diversidad) y degradación de ríos y litorales. Las fuentes de contaminación proceden de las heces, residuos de los piensos (antibióticos, metales pesados), hormonas, así como de los pesticidas y fertilizantes utilizados en los monocultivos de grano para pienso.
Para tener una dieta equilibrada no necesitamos consumir tanta carne ya sea de ave, vacuno, cerdo, oveja, etc. Es posible incorporar proteínas de origen vegetal consumiendo frutos secos, legumbres, semillas o cereales.
Intenta ir reduciendo las porciones de carne en tu dieta, y si crees que no vas a saciarte, simplemente añade más verduras, pasta, caldos o purés.


Consume productos respetuosos con los bosques y la vegetación
Consume productos respetuosos con los bosques y la vegetación La vida del planeta depende de los bosques, la vegetación y la biodiversidad por lo que la deforestación es un gran contribuyente del cambio climático. Puedes colaborar en la protección del medioambiente comprando productos hechos con madera de origen sostenible (busca la certificación FSC) o evitando consumir alimentos elaborados con aceite de palma.


Vuela menos
Vuela menos Viajando en avión, una persona causa más impacto ambiental que con cualquier otra cosa que haga. Busca alternativas a este medio de transporte y si viajas por negocios, utiliza medios digitales para las reuniones.
Evitemos también, en la medida de lo posible consumir productos que implican transporte aéreo en su logística.



Muestra y comparte tu implicación
Es muy probable que aquellas personas y cosas que más amas se vean afectadas por el cambio climático. Contribuye reduciendo tu huella de carbono y comparte este artículo.

Si quieres tener una estimación de tu huella de carbono, este enlace te lleva a una web para calcularla.

domingo, 6 de agosto de 2017

Un sistema ético para combatir la pobreza energética


La pobreza es la condición de no poder satisfacer las necesidades básicas físicas, psíquicas y emocionales. Significa no tener acceso a una calidad de vida digna, a una correcta alimentación, vivienda, educación, asistencia sanitaria, energía o agua potable.

Es difícil o imposible separar una pobreza de otra ya que se trata de una situación de total escasez. La pobreza tiene consecuencias en todos los aspectos que hacen a una vida plena y está presente en lo alimentario, sanitario, educacional o energético. Sin embargo, lo que llamamos pobreza energética puede ser un indicador de la pobreza en general.

Según la Asociación de Ciencias Ambientales, la pobreza energética es una combinación de ingresos bajos o nulos, precios de la energía doméstica en aumento y deficientes niveles de eficiencia energética en viviendas.

Según la ACA, "Puede decirse que un hogar está en situación de pobreza energética cuando es incapaz de pagar una cantidad de servicios de la energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades domésticas y/o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura energética de su vivienda."

En España, la pobreza energética afecta a mas de siete millones de personas. Desde 2008, los cortes del servicio eléctrico por impago se han disparado y sólo entre Iberdrola y Endesa, en el año 2014, cortaron el suministro a mas de un millón de personas.
Según la Organización mundial de la Salud (OMS), en España, la Pobreza energética está detrás de la muerte prematura de aproximadamente 7.200 personas al año, 6 veces más muertes que las ocurridas por accidente de tráfico.

Detrás de este sufrimiento hay un gran negocio de personas y empresas que también obtienen grandes beneficios con la producción de energía basada en quemar combustibles, generando contaminación y gases de efecto invernadero. El daño ambiental y social es tan grande que ya se hace muy difícil de medir.

Frente a todo esto hay algo que podemos hacer. Promover las energías renovables es algo que ya está en nuestras manos y hay dos acciones posibles de las cuales una no nos cuesta nada.

  1. Si tienes la luz contratada con alguna de las grandes compañías como Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, EDP o Viesgo, te proponemos cambiarte de compañía y contratar una cooperativa de energía verde. ¿Qué consigues con esto?:
    • Dejar de colaborar con quienes hacen negocio a costa de la pobreza energética, el sufrimiento y la muerte prematura de muchas personas.
    • Participar en el cambio de modelo energético hacia uno renovable y sostenible.
  2. Hacer una instalación fotovoltaica en tu casa por mas pequeña que sea. No está prohibido ni penalizado y si la instalación es menor a 10 kW tampoco paga "impuesto al sol". Ésto sí tiene coste, pero aunque instales solamente un panel, ya estarás contribuyendo con el cambio de modelo y reduciendo tu factura eléctrica.

Desde el blog Fotonia queremos contribuir con información para empoderar a las personas de modo que no permitamos que otros tomen decisiones en función de sus propios intereses, afectando negativamente nuestra vida cotidiana.

Nada cambiará si cada uno de nosotros de manera consciente, bien informada y activa no promovemos el cambio.


martes, 1 de agosto de 2017

El cambio a un modelo energético sostenible está en nuestras manos


Cada vez son más las personas que eligen un consumo responsable con el ambiente y lo social. Las opciones sostenibles están al alcance, y en al ámbito de la energía eléctrica, esto consiste en consumir energía verde y asociarse a cooperativas comercializadoras.

Las decisiones de muchas personas para contratar energía verde, generará una fuerza capaz de cambiar el modelo actual que pone por delante los beneficios económicos sobre el cuidado de las personas y el medioambiente.

Para entender por qué está al alcance contratar energía renovable o verde, vamos a explicar primero cómo está estructurado el mercado eléctrico.

En éste mercado, encontramos tres tipos de empresas que son:

Las Generadoras:
son aquéllas que generan y venden la electricidad al mercado eléctrico o “pool”. Dentro de este grupo hay productores de todo tipo y con diferentes tecnologías. Están por un lado las centrales convencionales que son la nuclear o las basadas en quemar combustibles fósiles y por otro, las de origen renovable, como la eólica, la termosolar o la solar fotovoltaica. A éstas últimas se les llama renovables porque son sostenibles y su impacto ambiental es casi nulo. Por otra parte, para generar esta energía no hace falta importar ningún tipo de combustible, por lo tanto es autóctona.

Las Distribuidoras:
son las que transportan la energía producida por las generadoras, ocupándose también de mantener y mejorar la red de distribución, es decir cables, centros de transformación, contadores, etc. y en muchos casos además son las que se encargan de leer los contadores. Estas empresas son financiadas a través de los peajes de acceso que paga el consumidor final. Este negocio, al no ser una empresa pública, es naturalmente un oligopolio ya que no tendría sentido que dos compañías tengan cada una de ellas, instalada una red eléctrica en la misma zona.

Las Comercializadoras: son empresas que compran la electricidad en el mercado eléctrico para luego venderla a sus clientes. Aquí hay empresas del mercado libre como las del listado de este enlace además de las comercializadoras anteriormente conocidas como de Último Recurso que ahora se llaman Comercializadoras de Referencia, que son cinco: Iberdrola Comercialización de Último Recurso, Endesa Energía XXI, Unión Fenosa Metra, E.ON Comercializadora de Último Recurso, Hidrocantábrico Energía Último Recurso. Solamente comercializan para suministros de potencias menores a los 10 kW.

Ahora veamos por qué la electricidad de origen renovable está al alcance de todos los consumidores.

La energía eléctrica que consumimos, consiste básicamente en el movimiento de electrones (cargas eléctricas negativas) a través de cables. Y es verdad que una vez en la red, no podemos diferenciar ni seleccionar aquéllos electrones generados por medios renovables.

Pero aunque no podemos elegir qué electrones consumir, sí podemos asegurarnos de que en algún sitio se haya generado de forma renovable, la misma cantidad de energía eléctrica que hayamos consumido.

Para esto, existe un sistema de Garantía de Origen, gestionado por la CNMC (Comisión Nacional Mercados de la Competencia). Estos certificados que se denominan Garantías de Origen (GdOs) se pueden transferir a las comercializadoras para justificar así el carácter verde de la electricidad que venden.

En la medida que más personas solicitemos energía de origen renovable a las comercializadoras, más producción verde tendrá que haber detrás generando esa energía y así satisfacer esa demanda.

Pasarse a una comercializadora de energía renovable es un proceso muy sencillo y simplemente basta con ponerse en contacto con la que hayamos elegido. En el cambio, no habrá en ningún momento corte de luz, y sencillamente pasaremos a recibir facturas de una comercializadora diferente.

Entre las comercializadoras de energía verde podemos diferenciar dos tipos: las empresas que han elegido la energía verde simplemente como un producto a comercializar y las cooperativas.

El modelo mas interesante desde el punto de vista social, es el de las cooperativas, ya que la mayoría son sin ánimo de lucro. Para contratar la energía a una cooperativa, simplemente hay que asociarse o tener un familiar, casero o pareja que ya sea socio, ya que un socio puede tener más de una cuenta como cliente.
Las personas asociadas a una cooperativa, además de contratar su energía, tienen derecho a voz y voto en las asambleas, es decir que también participan en la toma de decisiones. A diferencia de las empresas del oligopolio, nadie se hace rico a costa de la pobreza energética y es un sistema totalmente transparente. Estas cooperativas, además de contar con los certificados de la CNMC, también son productoras, ya que invierten sus beneficios en plantas de generación de energías renovables, con lo cual, todo aquél que forma parte de una cooperativa está participando de varias formas en el cambio de modelo energético.

Los motivos para elegir un suministro 100% renovable pueden ser éticos, medioambientales o para dar una imagen corporativa comprometida con el medioambiente, como puede darse en el sector empresarial. En cualquier caso, en la medida que esta tendencia continúe, aumentará la necesidad de certificados renovables, lo que indudablemente forzará al sistema eléctrico a una mayor participación de las renovables en el mix.

Si quieres participar en este cambio de modelo y apoyar proyectos ambiental y socialmente sostenibles, te invitamos a participar buscando una cooperativa con la que te sientas a gusto.
Cada persona puede aportar su grano de arena, y así será verdad aquéllo de que “Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo”.

Fotonia por su parte, se ha asociado a La Sociedad Cooperativa La Corriente que es la primera cooperativa de este tipo localizada en Madrid. Si quieres ampliar información, ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos.